MORTAJAS A LA ÚLTIMA

En la Unión Europea, el coste de un féretro tradicional oscila desde los 300 euros hasta los 2.000, mientras que los ecológicos de cartón apenas valen 35 euros.

Hay un lugar que tarde o temprano todos tenemos que visitar... Nuestra propia tumba.

Tradicionalmente, el ser humano, siempre ha tenido preocupación por saber lo que pasará con su cuerpo después de muerto, por eso, lo soluciona en vida.

En el resto de Europa, el presupuesto para el entierro está previsto dentro del seguro de vida, pero en España es muy común contratar especialmente un seguro de deceso, que incluye servicios funerarios por un coste de 3 a 6 euros al mes. De esta forma, nos aseguramos una despedida digna, sin que dependa de nuestra familia organizar los molestos trámites del sepelio:

Elegir Féretro (600 € / media)
Enterramiento (350€ / media, alquiler del nicho por 10 años)
Cremación y alquiler de cenicero (610 € / media por 10 años)
Velatorio (250 € / media)
Coche fúnebre (275€ / media)
Corona flores, esquelas, mesa de firmas (650 € / media)
Certificados y tasas de inhumación (280€ / media)

A la vista de estas cifras, un entierro sencillo, suele salir por unos 2400 € o 2.050 en el caso de cremación.

Pero no todos los entierros son sencillos, la variedad de gustos en esta última voluntad es infinita:

En tipo de ataúdes existen auténticas innovaciones:

Los tradicionales con ventanita de cristal para ver la cara, o parte del cuerpo, modestos o a todo lujo, siguen siendo los preferidos por los muertos españoles, pero existen numerosas iniciativas ecológicas que promueven el enterramiento no contaminante.

Los “ecoféretros” son el último grito en ataúdes y urnas ecológicas. Están elaborados con materiales naturales como el cartón o el bambú, sin ningún tratamiento de barniz o elemento sintético, que se descomponen respetando el medio ambiente.

En los países anglosajones empresas como Eco Coffins ofrece ataúdes totalmente biodegradables con atractivos diseños. Más allá, ha llegado Ecopod lanzando una “semilla-ataud”, que después de biodegradarse, genera vida en la tierra o alimenta un árbol. Un proyecto parecido ofrece la italiana Capsulamundi, consistente en un recipiente reciclado en forma de semilla.

En Madrid, La Universidad San Pablo-CEU y la empresa Ecowood Logic han desarrollado “El Maderón” un material ecológico “mezcla de cáscara de almendra molida y una resina cuyo acabado final es similar a cualquier madera noble utilizada por la industria funeraria. Además, este tipo de ataúd no necesita llevar el cofre de zinc de los féretros tradicionales, por lo que evita el impacto ambiental de dicho producto químico”.

Por otro lado este tipo de iniciativas contribuyen a evitar la tala del millón de árboles al año que se necesitan para fabricar los ataúdes tradicionales.

Otras formas de preservar el medio ambiente y evitar las emisiones de mercurio de las cremaciones, es la patentada por la empresa sueca Promessa Organic, que sumerge el cuerpo en nitrógeno líquido y lo convierte en polvo fertilizante.

Los servicios a los muertos no se agotan con el entierro, también se ofrecen a largo plazo:

La empresa Post Expressión ofrece un servicio de mensajería post-mortem por el que se pueden crear mensajes personales para que sean enviados a los destinatarios elegidos en la fecha que se prefiera. El Sr. Chet Fitch, de Oregón (EEUU), ha felicitado las navidades a sus familiares después de dos meses muerto.

Las lápidas digitales que muestran vídeos del difunto, el Ataud multimedia o el velatorio en red, son otros ejemplos de lo que nos cuesta aceptar nuestro destino a desaparecer de este mundo.

Porque si algo está claro dentro del misterio de nuestra existencia es que el cuerpo se muere. Con mejores pompas fúnebres, sin ellas o con todas a la vez, es idéntica la forma de terminar.

¡Todos al “MADERON”¡

Empresas madrileñas de servicios funerarios:
www.funerariacervantina.com
www.servisa.es
www.emsf.es

Por P. Grau